Su vocación: salir a volar y registrar desde arriba imágenes que hablan de la esencia de la naturaleza. Todo empezó un día cuando su madre le contó que experimentó desde arriba con un parapente ver su propio campo. En ese momento se le prendió la lamparita y se fue corriendoa probar dicha experiencia. Sacó fotos desde arriba a un ñandú, a los paisajes, al viento y a un nuevo mundo que solo se puede percibir desde el cielo. En tierra, se fue a Baires para comprarse un Paramotor y para aprender cómo volar y al mismo tiempo sacar fotos.
Cruzó América en una Vespa para buscar retratos utópicos, diferentes y cero comerciales. Voló diferentes lugares del Uruguay para atrapar esas interesantes imágenes que hoy vemos. Con su “kombi” recorrió rutas, días de sol, de lluvia y de invierno. Su primera cámara: una canon AE1 con tres lentes y todos sus atributos. Cámara actual: Canon 5DMARK2.
Como siempre, nos ponemos a pensar: podemos vivir del arte?. Todo al principio fue raro pero sus padres lo apoyaron. Le dice gracias a la familia italiana Musitelli que le enseñó la esencia de la profesión.
Dice no ser bueno escribiendo, por eso desde siempre hizo foto para explicar todo en video o en imágenes. Cuando estaba en la secundaria ésta modalidad lo salvó de varios exámenes.
Entre otras cosas Nacho nos dijo que la naturaleza del Uruguay está cambiando por el excesivo consumo del ser humano y que ahora no suele ver las vaquitas alegres en el campo comiendo pasto verde.
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