Yepes, Eduardo

Eduardo Yepes fue esposo de Olimpia Torres, la hija mayor de Joaquín Torres García. Se conocieron en Madrid el año 1933.1

En 1934 viajó con la familia Torres Garcia a Montevideo.1 Allí se casó con Olimpia y permanecieron hasta 1936.2

Durante la Guerra Civil Española Eduardo se alista en el Ejército Republicano. El 27 de junio de 1938 nace su hijo Demian.1 Ese mismo año Yepes es detenido y encarcelado durante 14 meses, en 1942 es liberado y se traslada a Cataluña con Olimpia y su hijo.1

Durante la posguerra son perseguidos por la policía franquista, viviendo en diferentes localidades. El 5 de marzo de 1943, en Tarrasa nace su segunda hija, la ceramista Eva Díaz Torres1

De Tarrasa se mudan a Sarriá donde comparten la vivienda con Pedro Tort y su familia.1

A fines del año 1946, el gobierno francés les otorga a Olimpia y Eduardo una beca de estudios en París.1 Viven en la capital francesa durante un año. Pero la situación es de penuria económica, deciden, entonces, abandonar Europa y viajar con sus hijos a Montevideo. Se embarcan en el buque Yamaic en enero de 1948.1 Ese mismo año en octubre presentaron su primera exposición juntos, con esculturas de Eduardo y acuarelas de Olimpia, en el Ateneo de Montevideo.1 Su segunda exposición juntos llegó en n enero de 1950 en Galería del Este, Punta del Este.1

El 9 de julio de 1950, nace su tercer hijo, el escultor Leonardo Díaz Torres.1

En 1955 se le encarga la realización de un monumento a la memoria de Pepe Batlle en Paysandú.3

Yepes, que en ese entonces estaba considerado como uno de los 7 mas grandes escultores del mundo, pidió asesoramiento y autorización a la Familia Batlle. Su hijo César Batlle, quien fuera Director de El Día, frecuentó el taller del escultor con el objetivo de trabajar conjuntamente.3

En 1962 es convocado por la Asociación de Críticos Teatrales del Uruguay para realizar, en base a la figura del reconocido dramaturgo uruguayo Florencio Sánchez, el diseño de una estatuilla que premiaría anualmente a los artistas relacionados con el teatro. En cuanto el escultor presenta su obra, ésta es inmediatamente aceptada para representar el “Premio Flornecio Sánchez”, el que se ha entregado desde entonces.